lunes, 8 de octubre de 2012

Cometer errores no nos condena, expresa nuestra humanidad

Deja la paja del ojo ajeno y saca tu viga.

Indicaciones:

1. Una frase para el recuerdo.
2. Texto bíblico: Jesús y la mujer adúltera (Jn. 8, 1-11)
3. Reflexión sobre el texto.
3. Videoaudición: Se acabaron las lágrimas, Huecco con artistas.
4. Reflexión sobre el texto.

1. Una frase para el recuerdo.
"En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su disnigad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle"
(Mahatma Gandhi)

2. Texto bíblico: Jesús y la adúltera. Jn. 8,1-11.

"Mas Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más».
3. Mensajes del texto.
MENSAJE 1: Estamos demasiado acostumbrados a vivir en una sociedad que rápidamente busca culpables y que emite juicios condenatorios.
Hay algo sorprendente en el mensaje de Jesús de Nazaret. En ningún momento dice que dé igual ser de una manera o de otra, pero distingue muy bien entre lo que son las personas y las cosas que hace.
Una cosa es hacer gestos de generosidad y otra cosa es ser generoso. Una cosa es hacer tonterías y otra cosa es ser tonto...
Las cosas que hacemos pueden estar mal y eso es lo que podemos corregir y mejorar, pero  eso no nos permite condenar a la gente. las personas tienen una dignidad que está por encima de sus errores concretos.
MENSAJE 2: Otro mensaje que se entrevé en el texto es más fuerte: Le presentan a una mujer para ajusticiarla como PECADORA, y su pecado ha sido el adulterio. Es curioso que cuando Jesús les dice "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra" todos agachan la cabeza y se van para su casa. más curioso es todavía que los primeros que se marchan son los ancianos; no olvidemos que el consejo de ancianos era como el tribunal que dictaminaba justicia y decía lo que estaba bien y lo que estaba mal.
Antes de convertirnos en jueces habrá que mirar un poco hacia adentro...
MENSAJE 3: Jesús nos presenta a un Dios que viene a salvarnos, no a condenarnos ("Yo tampoco te condeno"). Las antiguas religiones, entre ellas la judía, tenían en su raiz el sentimiento de culpabilidad de las personas, que con sus errores ofendían a los dioses. Por ello era necesario presentar sacrificios a esos dioses para que no los condenaran, y claro para eso estaban los intermediarios, los sacerdotes de los templos. El Dios de Jesús no es un Dios condenatorio, sino salvador; no quiere sacrificios compensatorios, sino una vida en la que la relación humana este basada en gestos de amor.
4. Videoaudición: Se acabaron las lágrimas
5. Breve oración en común:
Jesús de Nazaret,
gracias por la claridad de tus palabras,
por enseñarnos a distinguir las personas de sus actos,
por animarnos a superar nuestros errores,
por mostrarnos al Dios que salva, no un Dios que condena.
No me extraña que fueran por ti.
Perdóname si con mi indiferencia consiento la injusticia.
Enseñame más a ayudar que a condenar. Amén

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