La VIDA en mayúsculas
Indicaciones:
1. Introducción
2. Una frase para el recuerdo.
3. Habla un sabio: Pablo Neruda
4. Videoaudición: Celebra la vida, Axel
5. Lectura del "Decálogo para la vida"
1. Introducción.
Sólo se vive una vez, dice la canción, y no podemos dejarla pasar de largo. Los minutos no vividos se pierden y no vuelven, al igual que las experiencias y las emociones. Hoy vamos a dedicar unos minutos sobre si vivimos la vida o la dejamos escapar.
2. Una frase para el recuerdo.
"La vida es aquello que va sucediendo mientras tu te empeñas en hacer otros planes"
(John Lennon)
3. Habla un sabio. Pablo Neruda.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo de los hábitos,
quien no se arriesga,
quien evita una pasión,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto...
quien abandona antes de empezar,
quien se queja de su mala suerte,
quien no viaja, ni lee, quien no sueña,
quien no confía, quien no intenta, quien no ama...
lo contrario es estar vivo.
(Pablo Neruda)
5. Decálogo para la vida.
1.-Valora y respeta la vida. Tanto la tuya como la ajena,
todas tienen una razón de ser, aunque no tengamos acceso a descubrir el por qué
de cada una.
2.- Mantén una conducta ética constante. Esto implica en
consonancia con la naturaleza y el universo. Recuerda que todo es como un
organismo del cual somos como células. Y el mal ejemplo es lo que más
rápidamente se detecta e imita
3.- Sé tú mismo a pesar de las modas y costumbres. Porque
las modas y costumbres son cambiantes y, muchas de ellas, impuestas
caprichosamente para distinguir y reconocer a los que actúan con mentalidad de
rebaño. Respétalas, pero no te vuelvas rebaño. Cada quien tiene derecho a ser
diferente, según su gusto y preferencias. Y la diferencia, la búsqueda de
alternativas, es lo que hace a los grandes avances; a pesar de la infinidad de
fracasos que pueda conllevar.
4.- Humildad es la madre de la sabiduría. Porque es la que
nos permite darnos cuenta de errores y oír sugerencias, respecto de posibles
desvíos. También la que facilita la comunicación entre los seres y, mediante la
misma, que más fácilmente nos compartan su saber y experiencia.
5.- Paciencia, porque es la hermana de la sabiduría. Ella
permite la objetividad y constancias necesarias para limpiar y pulir el saber
que, cual diamante embarrado, aflora en casi toda experiencia o situación.
Además, recuerda que su ausencia conduce a arrebatos e imprudencias; que además
de hacer perder tiempo, pueden ocasionar daños terriblemente irreparables.
6.- El desapego es el padre de la objetividad. El apego, es
el padre de las más pesadas cargas y dolores por pérdidas. Las cosas materiales
van y vienen o se transforman. Lo único que permanece y puedes acumular más
allá de la vida física, es el conocimiento y la experiencia. Vive las emociones
pero no te dejes dominar por las ellas.
7.- ¡Ánimo! Que las más grandes obras son las que más tiempo
y esfuerzos requieren. Mantén siempre el ánimo alto, porque “se atrae lo que se
emana” y, de este modo, estarás facilitando a las fuerzas del universo a
colaborar en tu causa, aunque no lo parezca ni se note.
8.- Aprende a escuchar y contener. Aunque parezca una
pérdida de tiempo; el agradecimiento tácito de quien necesita ser oído o
contenido, es como un tesoro guardado y ¡nunca se sabe cuándo se necesitará!
9.- Confianza y prudencia. Nunca desconfíes por demás, de quienes
no te hayan dado motivos, porque estarás lastimando innecesariamente. Pero
tampoco caigas en estúpidas imprudencias; porque se espera de ti una actitud
coherente: Bondadosa y confiada, pero dentro de límites lógicos
10.- Agradece. No sólo por lo que recibas; también por lo
que tienes y conservas, así sea tan sólo la vida. Porque nacimos para progresar
aprendiendo. Los seres humanos tenemos la debilidad de no apreciar lo que no
hemos anhelado intensamente o hasta que lo perdemos. De este modo, hasta lo que
padecemos, debiéramos agradecer por ser motivo de aprender a apreciar lo
opuesto.
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